¿Se puede entender un personaje a través de los lugares clave de su vida? ¿Se puede comprender el momento vital de un país a través de la cámara de un director? Luis García Berlanga es Valencia y su cine es la España del franquismo. Por tanto, visitar aquellos lugares que lo definieron a lo largo de los años supone un viaje intelectual a través del tiempo. Más si cabe con un Berlanga que definió sus películas como “falleras, pirotécnicas y rodadas sobre la inspiración instantánea del pensat i fet”. Con la herencia blasquista y mediterránea. Sátiras de gran acidez. Diálogos irónicos mordaces. Libertad entre el encorsetamiento del régimen dictatorial para erigir una de las figuras más importantes en la historia del cine español.
En 2021 se vive el Año Berlanga y la visita temática sobre su vida permite entenderlo mejor. Precisamente esta semana (exactamente el 12 de junio) se cumple el centenario de su nacimiento y el Ayuntamiento de Valencia ofrece el tour “Valencia y el cine de Berlanga” de forma gratuita, con la simple obligación de inscribirse en la web municipal. Para conocer la filmografía de Berlanga es necesaria la presencia de las guías que facilitamos una mediación para que los visitantes entiendan el contexto sociopolítico de la figura de Berlanga y que para las personas que no lo han vivido, puedan entender por qué Berlanga hacía ese cine y no otro.
La capital del Turia en la que crece el director es una ciudad que avanza lenta a nivel cultural, con escasas influencias internacionales y débiles referencias públicas. El cine es en blanco y negro y no por su formato cromático, sino por su impuesta sordidez que sólo saben superar los genios. Diez paradas permiten entender un poco mejor esa Valencia de Berlanga. Se inicia en la Plaza del Ayuntamiento, epicentro fallero, para desplazarse después frente al Instituto Lluís Vives, uno de los enclaves de su formación docente. La modernista Estación del Norte rememora sus viajes, vinculados a la política y el servicio militar. Mucho que descubrir.
Su etapa creativa se edificó en unas cafeterías que poblaban, orgullosas, la calle Ribera y el paseo de Ruzafa, cercanos a un Rialto en el que decidió dedicarse al cine (como él siempre defendió) tras visionar la película “Don Quijote” de Georg Wilhelm Pabst. Hoy es centro cultural con una Filmoteca en el que continúa siendo protagonista.
El edificio Martí-Alegre, en cuyo ático se situaba hace décadas el antiguo Hotel Londres, propiedad de la familia de Berlanga y residencia del cineasta, o la librería anticuaria Rafael Solaz son algunas de las siguientes paradas de la ruta. Se cierra en el Mercado Central, que cuenta con un pasillo dedicado al insigne personaje, y en el Palacio de Forcalló, donde se sitúa la sede del Consell Valencià de Cultura al que Berlanga perteneció desde 1985 a 1998.
Las visitas continuarán más allá del centenario de su nacimiento y se unirán a ponencias, ciclos formativos y certámenes sobre el cine berlanguiano, con una culminación brillante en enero de 2022 con la celebración en Valencia de los Premios Goya. Además, hasta el 19 de septiembre de este año 2021 se podrá visitar una de las exposiciones más ambiciosas en cuanto al contenido de su obra, la muestra ‘¡Viva Berlanga!’ en el Museo Valenciano de la Ilustración y la Modernidad (MuVIM), que realiza un significado recorrido de su cine y su influencia en el desarrollo de la sociedad española de mediados del siglo pasado. De igual manera, y para ahondar en la importancia gráfica del cineasta, en este mismo museo y hasta la misma fecha se mostrará también la exposición ‘Berlanga por El Flaco’; una muestra de ochenta fotografías de José García Poveda ‘El Flaco’ que profundiza en la grandeza del personaje.