La huella de la Inquisición en Valencia

Realizamos un recorrido por los lugares donde el Santo Oficio desarrollaba los procesos inquisitoriales: actos de fe en la Plaza la Virgen y ejecuciones en la Plaza del Mercado o la Almoina.

La Inquisición fue uno de los capítulos más oscuros de nuestra historia: ejecuciones crueles por supuestos “delitos morales” y que, constituían todo un espectáculo, porque se llevaban a cabo ante centenares de personas. Valencia no fue ajena a este fenómeno y, en este artículo, os vamos a explicar cuáles fueron los lugares del centro de la ciudad donde se desarrollaba todo el proceso inquisitorial.

Pero, en primer lugar, para los que no lo sepáis, la Inquisición o Tribunal del Santo Oficio se creó en 1478 por parte de los Reyes Católicos para controlar los delitos relacionados con la religión y la moral y garantizar la correcta práctica del catolicismo. En los primeros años se juzgó sobre todo a moriscos y judíos, pero con el paso del tiempo fueron aumentado el número y la tipología de los procesos.

También hubo juicios y ejecuciones contra homosexuales (denominados sodomitas en aquella época) y contra mujeres acusadas de practicar la brujería. La horca o la hoguera eran algunas de las formas tan crueles de ejecución. Valencia fue, de hecho, una de las ciudades donde más procesos judiciales y ejecuciones se celebraron. 

La primera sede del Santo Oficio en Valencia estuvo de forma provisional en el ya desaparecido Palacio Real, donde hoy se encuentran los Jardines del Real. Pero, posteriormente, el Palacio de la Inquisición se situó en la Calle Navellós con plaza San Lorenzo, cerca de las actuales Cortes Valencianas. En este edificio vivían los inquisidores y se celebraban los interrogatorios (muchas veces acompañados de crueles torturas).

Una parte de la fachada se situaba en la Calle de la Unión, que se conoció popularmente en aquel entonces como Carrer de les Reixes, porque el palacio tenía nueve grandes rejas. Pero el edificio acabó derrumbándose siglos después y, a principios del siglo XX, se construyó el actual inmueble que, curiosamente, alberga la Agencia Valenciana de Antifraude.

La primera prisión de la Inquisición en Valencia estuvo ubicada en la Torre de la Sala, situada en la calle de la Batllia y, posteriormente, se trasladó a la Casa de la Penitencia, cerca de la Calle Salvador.

Los autos de fe tenían lugar en la plaza la Virgen. Se trataba de actos multitudinarios previos a la ejecución en los que se daba un sermón, se realizaba una profesión de fe colectiva y una procesión religiosa por las calles. El hecho de que fuese un acto multitudinario se hacía con la intención de servir como escarmiento y atemorizar a la población para que no se salieran de la fe católica.

En algunos casos los acusados eran condenados a galeras o a prisión. Pero, a los sentenciados a muerte, se les llevaba a la plaza del Mercado o a un solar donde actualmente está el Jardín Botánico, lugares que no quedan lejos de donde se había celebrado el auto de fe. Otro escenario macabro, donde en este caso se quemaba en la hoguera a los homosexuales, era la Plaza de la Almoina.

Las Cortes de Cádiz aprobaron en 1812 abolir la Inquisición, pero no fue hasta 1834, en el inicio del reinado de Isabel II, cuando se abolió definitivamente. Y, entre medias, Valencia tuvo el trágico honor de ser la última ciudad donde esta institución ejecutó a una persona, se trató de un profesor valenciano acusado de herejía y que fue ejecutado en 1826. Aunque, para ser exactos, no fue condenado exactamente por el Santo Oficio (porque en 1826 no existía oficialmente), sino por la Junta de Fe de la diócesis de Valencia.

En definitiva, un periodo oscuro de nuestra historia, del que Valencia cuenta con muchos escenarios que forman un recorrido interesante de conocer. En mi ruta “Sombra, Silencio y Misterio por las calles de Valencia. Tras las huellas de la Inquisición” recorreremos estos espacios.

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